El verano se presta para un sin fin de postres que fresquitos son una delicia. Pero si en un postre puedes unir dos de tus alimentos favoritos pues mejor que mejor 🙂
Este es el caso de la receta que compartiré con vosotros. Se trata de una versión de la famosa torta de pan que hacía mi abuela Juana cuando yo era pequeña y correteaba los veranos por los jardines de su casa en Caracas. La receta original hoy en día es imposible que pudiese comerla porque es una una bomba de azúcar. Pero con algunos cambios es posible recordar esos sabores que llenan mi memoria 🙂
Señorita sugar-free 